Mary Joe limpia el hall de un conocido edificio en el centro de la ciudad de Denver está divorciada, trabaja muchas horas para sacar adelante a sus dos hijas. Al final de la jornada ya atardeciendo guarda sus utensilios en un pequeño cuartito. Una tarde pierde el equilibrio, es trasladada al hospital y reconocida,la radiografía para comprobar el estado del tobillo revela que tiene fractura, la caída ha sido más grave de lo esperado,solución, calmantes y escayola. Mary Joe no tiene seguro médico y la factura asciende a varios miles de dólares. En un mal tropezón Mary Joe ha hipotecado sus próximos meses de existencia, ella es solo un ejemplo de los más de 40 millones de estadounidenses sin seguro médico.
Caer malo en Estados Unidos es un problema y gordo que puede arruinar a familias incluso teniendo seguro. Las grandes aseguradoras médicas son inmensas organizaciones poderosas e insaciables. En este contexto el presidente Obama enfoca su política y todos sus esfuerzos a lograr la sanidad para todos. Las presiones son muy fuertes desde todos los flancos, los republicanos no quieren saber nada de ella por el gasto que supondría y porque están cerca de estas grandes aseguradoras, parte de los demócratas no están por la labor y otra parte critican a Obama que suavice la reforma para acercarla a los sectores conservadores, las aseguradoras sacan toda su maquinaria mediática atacando sin cuartel a la Casa Blanca.
La batalla es encarnizada, Obama tira de encanto y se multiplica en actos por todos los estados, su popularidad cae y el país está dividido, hace pocos días dijo: "Nadie irá a la bancarrota por ponerse enfermo", en un claro intento de poner el foco en el problema original.
En definitiva asistimos a una partida de ajedrez en la que cada movimiento cuesta miles de millones de dólares y muchos puntos de popularidad tan solo un año después del comienzo del mandato.
Interrogante final:
-¿saldrá adelante la reforma tal y como estaba pensada en un principio?
-o quedará retocada a la baja para obtener un consenso más amplio
Caer malo en Estados Unidos es un problema y gordo que puede arruinar a familias incluso teniendo seguro. Las grandes aseguradoras médicas son inmensas organizaciones poderosas e insaciables. En este contexto el presidente Obama enfoca su política y todos sus esfuerzos a lograr la sanidad para todos. Las presiones son muy fuertes desde todos los flancos, los republicanos no quieren saber nada de ella por el gasto que supondría y porque están cerca de estas grandes aseguradoras, parte de los demócratas no están por la labor y otra parte critican a Obama que suavice la reforma para acercarla a los sectores conservadores, las aseguradoras sacan toda su maquinaria mediática atacando sin cuartel a la Casa Blanca.
La batalla es encarnizada, Obama tira de encanto y se multiplica en actos por todos los estados, su popularidad cae y el país está dividido, hace pocos días dijo: "Nadie irá a la bancarrota por ponerse enfermo", en un claro intento de poner el foco en el problema original.
En definitiva asistimos a una partida de ajedrez en la que cada movimiento cuesta miles de millones de dólares y muchos puntos de popularidad tan solo un año después del comienzo del mandato.
Interrogante final:
-¿saldrá adelante la reforma tal y como estaba pensada en un principio?
-o quedará retocada a la baja para obtener un consenso más amplio
La partida sigue en juego.
-Por: Teji(director de "Chinelando la cabra" y redactor "El Auditorio")
Visto de ésta forma no apoyar la reforma sanitaria resulta un crimen, pero comprendo que los americanos adinerados no quieran pagar para que las clases bajas reciban asistencia sanitaria...
ResponderEliminarAhora no es el momento de fomentar la asistencia sanitaria pública en los EEUU, que solucionen primero la crisis y que dejen de intentar distraernos!!!!
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